Yo morí en 2023, creo que lo recuerdas. Aquella primavera la Feria del Libro madrileña inauguraba su nuevo formato como feria del lector, más ajustado a la realidad. Qué satisfacción ser uno de los lectores programados, escuchar por megafonía “En la caseta 133 está leyendo José Vásquez, treinta libros el último mes” y observar tantos autores agolpados frente a mi puesto. Aunque el cartel resaltaba mis preferencias (fantástico, novela negra, ficción clásica), era inevitable que se acercaran biógrafos, poetas, incluso algún microrrelatista. Por principio, rechazaba youtubers y concursantes televisivos, pero en el fondo era incapaz de negarle a un autor siquiera la lectura del primer párrafo. Secretamente admiraba a ciertos escritores que pululaban por las casetas buscando lector, pero me cuidaba de mostrarlo, no era de buen gusto.
Me emocioné en exceso aquella tarde, tres horas intensas de lecturas. Hacía calor y moría por una horchata. Tuve una muerte estúpida: corte de digestión en pleno éxito feriante.
Aun me emociono releyendo mi obituario “Madrid llora la muerte de uno de sus mejores lectores”. Pero más me emociona que tú, querido nieto, te estrenes como leyente destacado este año y sigas atesorando títulos selectos para tu mesilla de noche. ¡Orgullo lector!
© Texto: Almudena Ballester
© Foto: Almudena Ballester