AUDIO DE VOZ:
TRANSCRIPCIÓN:
Atraviesas la Puerta de Alcalá y sabes que aún estás perdido.
Preguntas: ¿Y los libros? ¿Y los poetas, novelistas y mis amigos?
Buscas tus sueños, sigues al gentío, pero quienes no están hechos de palabras no siguen tu camino.
Atisbas las casetas y vas acelerando el paso. Llevas contigo mil páginas de cuentos apretadas en los brazos.
Ves al fin la senda blanca y sientes tus latidos, pero en un alba temprano aún no ha florecido.
Así que caminas y haces tiempo disfrutando del Retiro, rozas con la mirada los números elegidos
Marcas en tu lista nombre, lugar y horario, intentas decidir si hacer cola en este o en otro lado.
De pronto oyes un ruido, procede de un hombre que con aire distraído está tratando de abrir su puesto sin ningún atino.
Y sonríes al imaginar a cientos de personajes confundidos, llorando y rogando en la mente de este autor por convertirse en sus favoritos.
Acortas la distancia ya tranquilo. Ves la pluma tintada y lanzas un suspiro.
Tiemblas levemente y te preparas para el rito: “Disculpe usted, señor. ¿Podría firmarme el libro?”
Alba Rico Barro